domingo, 22 de mayo de 2011

El chileno, una mezcla única

Para ser objetivos, el chileno tiene un poco de todo. Nuestro carácter no se encuentra bien definido; pasamos por etapas… Tenemos de dulce y agrás en nuestro país.

El chileno promedio es impuntual, anda siempre corriendo, pasa a llevar a los demás, y sin darse cuenta anda con la autoestima arrastrando por el suelo… El chileno suele creerse poca cosa; por eso le gusta hablar con el “ito” y sentirse identificado.

En Chile, ha habido numerosas oportunidades de mostrar nuestras peculiares características. Díganme si no qué ocurrió durante el terremoto del 27 de febrero, cuando algunos patriotas corrían a ayudar a los más necesitados, mientras otros sólo se preocuparon de sí mismos, y aprovecharon el caos para llevarse todo lo que estuviera a la mano.

El chileno es pillo: se va siempre en el momento más tenso, se arranca de las deudas y oculta su inseguridad tras un par de palabrotas típicas… Pero también tiene su lado comprensivo: No podemos negar la existencia del chileno buena onda; ese que acompaña a lo que sea y permanece en los momentos más difíciles siempre con una sonrisa.

Los chilenos suelen sacar lo mejor de sí mismos ante las tragedias… El resto del tiempo, mantienen ese lado de sí muy oculto; al chileno le encanta mostrarse superior.

Tras la impuntualidad nacional, se esconden algunas verdades. Esta característica “puede relacionarse con gente que deja todo para última hora. Es la persona que si tiene una semana para hacer el trabajo, no lo comienza hasta el día antes de la entrega”[1]; y la verdad es que “la mayoría de los chilenos ni siquiera se altera”[2].



Podemos decir también que el chileno tiene ciertas tendencias solitarias; sin embargo, como todo lo demás, siempre depende de la circunstancia.

Somos buenos para sentarnos solos en la micro, y vamos todo el camino rogando que nadie se nos instale en el asiento de al lado… Pero frente al caos, la mala atención de los locales o alguna tragedia, el chileno siempre busca con quién hablar. Le encanta andar criticando, y se siente feliz de tener a alguien que critique junto a él.

Si bien en nuestro país se suele seguir las normas, los chilenos siempre van a escondidas buscando la forma de evadirlas. Eso forma parte de la pillería típica de nuestra sociedad.

No podemos pasar por alto la tendencia a ser fanáticos del alcohol; y es que la mejor fiesta para los chilenos es en definitiva año nuevo. Tantas copas convierten a cualquiera en un personaje buena onda; y por qué no, subirse al auto para recorrer Santiago tocando la bocina y gritando “Feliz año nuevo” a quien se cruce por enfrente.
Sin embargo, esta no es la única festividad que une a todas las personas en nuestro país; también ocurre con la conocida “Teletón”, cuando los chilenos arman patota para ir al banco a depositar sus buenos pesitos.
Lo mismo pasa frente a la tragedia, cuando anda como loco buscando a su amigo de críticas, y las redes sociales se vuelven su arma más preciada. Critica como quiere, pero que nadie vaya a preguntarle, porque la verdad es que no tiene ningún argumento… El chileno sólo critica.

En Chile les gusta hacer escándalo por todo: Si hay algún motivo para andar por ahí tocando la bocina, o mejor aún, haciendo una protesta ¡Jamás estará ausente! Nuestro país es fanático de los movimientos colectivos.

A la gran mayoría de los padres chilenos les encanta ser “papá y mamá buena onda que dan a su hijo todo lo que necesita o quiere”[3], y no es menos común que se “les pregunte a los niños qué quieren comer[4]”.

Somos consumistas. Nos gusta andar aparentando y por alguna desconocida razón, siempre queremos más y no somos capaces de perdernos ningún descuento.

Le tememos a la vejez. En Chile somos fanáticos del botox y la cirugía plástica. “Es impresionante todo lo que somos capaces de hacer para no tener una arruga o seguir pareciendo un lolo[5]”. Y es que en este país, una persona de 35 años es un viejo sin remedio… Nos gusta quedarnos en los “veintisiempre”.

En nuestro país, le tenemos miedo a la crítica y vivimos criticando; le tenemos miedo a la pobreza, y no dejamos de gastar…
Los chilenos somos muy especiales. Al fin y al cabo, somos el resultado de una gran combinación cultural.

5 comentarios:

  1. Hola!! Pues bien, leí tu trabajo y lo encontré super bueno. Lo único que podría aconsejarte es que si lo tienes que entregar en la U, te fijes un poco en la puntuación y reemplaces algunos de los puntos suspensivos,porque para el blog está genial,pero hay profes jodidos en ese aspecto. Eso queso!!

    Saludos!
    @dana_blair

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  2. ¡¡Muchas gracias!!
    Sí, tengo problemas con la puntuación. Lo revisaré otra vez :) gracias!

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  3. de tantas criticas me sentí con la obligación de criticarte!!! (nah! es broma) tienes mucha razón en casi todo! bueno yo personalmente soy muy "criticon" y me gusta hacer sentir a la gente inferior (eso me causo mucha gracia) aunque las cirugías no es una realidad para todos, creo que si pasa mucho no es su mayoría pero si pasa... también me hiciste pensar en el comercial de los chilenos en el extranjero!! y dice " no es pícaro? picarosqui!!!" ajjaa ... somos bien raros cizañeros y carboneros, hay cosas que nos describen tan bien como el cuento del tio!! en fin eso no me hace sentir de lo mejor pero somos lo que somos y los demás son monos! nada lo va a cambiar esto se lleva en la sangre






    ATTE: fiel lector! @yo


    PD: mi hotdog sin carne please!

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  4. encuentro q describiste bien al buen chileno :) pero no creo que sea del chileno comun optar por las cirujias plasticas, ese es mas el gringo, en chile, falta que los mas pobres no sean tan pobres y ahi si que si seremos consumistas y pasticos :)
    como te fue en este?

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