En un sueño, tomo tu mano, pero somos sólo amigos. Y una libertad extraña para mi, me hace querer correr, desaforada, en busca de aquello que perdí tan rápidamente.
Voy soltándote, mantengo firme un último dedo y corren lágrimas por mis mejillas. Susurro algo que casi no alcanzas a oír. Te agradezco esta perfección de estar contigo, pero no... Esta perfección que me hará huir tarde o temprano.