sábado, 29 de octubre de 2011

Pierdo el tiempo

Se me pasan las horas pegada a la pantalla de la computadora. Recuerdo, con un sentimiento de culpa, que debería estar haciendo aquello que me corresponde por responsabilidad. Anhelo, con el corazón echo un nudo, que tú me vuelvas a mirar.

Es fin de semana largo, y el primer día se escapa como si nada. Desperté enredada entre sueños de color, y bastó un segundo para toparme con la ilusión de tenerlo a mi lado.
Con ganas de seguir escribiendo mi libro, de dibujar como tanto me gusta, y de escribir aunque no haya inspiración (como ahora)... Estoy evadiendo el estudio.
El libro de historia permanece en mi alfombra, con ese marcador rosa que me pide a gritos que comience ya a hacer lo que es deber.
Placeres, muy pocos. Tal vez, en parte la razón de mi desatino.
Pronto viene Halloween, y ensayo maquillajes y disfraces como si el tiempo me sobrara.
Hoy también hubo práctica de manejo ¡Tengo que sacar mi licencia! Pero algo pasa que no me decido a hacer nada...

No me sobra tiempo... Me faltan ganas.

jueves, 27 de octubre de 2011

Un día de loca

Son pocos los que entienden cómo es tener 19 años... Peor aún, si eres mujer, estudias periodismo, y para colmo tienes 19 años.
Te toca andar por ahí haciendo el loco, esforzarte por dejar a un lado el pudor y la vergüenza; y cruzar los dedos e invocar a todos los dioses para que ningún conocido se cruce en tu camino.
¿Han ido alguna vez al aeropuerto de Santiago (Chile) a cantar? Les apuesto que no lo han hecho... Ni en el de Santiago, ni en el de ninguna otra ciudad. Y es que andar cantando en los aeropuertos no es algo que la gente haga con frecuencia.
Certamen de Taller de Comunicación Creativa: Y ahí estaba yo, cantando "Hakuna Matata" entre los cientos de seres humanos que luchaban contra el tiempo, contra el hambre, contra la vida y contra mi efusiva alegría.
Pasa que el ser humano es orgulloso, "cartucho", obstinado y mala onda... ¡Peor si es chileno! ¡Todavía peor si está en el aeropuerto!
Después de todas mis hazañas, me quedé anhelando un momento de tranquilidad efímera, una risa desconocida, un "lo siento" y un "vale la pena".
Es difícil afrontar el mundo con una sonrisa cuando casi toda la humanidad tiene la maldita tendencia a devolverte el gesto con disgusto... Sin embargo, vale hacerlo por ESE ser que es diferente, especial, único... Por ese que sí vino a repartir abrazos y sembrar amor.

miércoles, 26 de octubre de 2011

La victoria; dulce como el chocolate

Comenzó como un día cualquiera.

Ahí iba yo, reventando mis oídos, camino al paradero de micro. Como siempre, atrasada pero optimista.
Pasó una, y detrás de esa otra, y otra, y otra... Ningún conductor tuvo la amabilidad de detener sus puertas junto a mí (o al menos en el paradero en que me encontraba) para que pudiera partir, por fin, rumbo a mi universidad.

¡Pero mira tú cómo son las casualidades de la vida! Ya me había dado por vencida; había pronunciado para mí misma todas las palabrotas que conocía, y tenía mi cara de amurrada bien puesta, cuando un amable (y larguirucho) caballero detiene su auto junto a mi persona y me haces señas para que suba: Era el novio de una de mis mejores amigas de la universidad.

"Gracias, gracias, gracias!!!!", fue lo primero que le dije al subir a su auto. Mi desesperación ya excedía los límites de lo aceptable. Me había salvado...

Llegué a la hora a clases y ¡vaya que sorpresa! Me topé con las miradas hostiles de cada mañana... Sin embargo, nada podía opacarme ésta vez. Irradiaba emoción, nervios, alegría... Irradiaba toda mi esencia color de rosa.

Falté a casi todas mis clases; y me sentí algo culpable... Pero puedo decir que asistí a la más importante, y que el haber faltado valió la pena.

Toda la tarde en ascuas frente a la mesa de votación. Estaba histérica. Se me fue el apetito, se me fue la energía... El cuerpo me temblaba, y mi corazón daba un vuelco cada vez que escuchaba al presidente de mi lista decir "Tenemos esto ganado". Así lo afirmaban nuestros cálculos.

Entonces vino el conteo de votos:
Lista 1, lista 1 (partimos con sonrisas), lista 2, lista 1, lista 2 (vaya que pelado estaba esto!), lista 2, lista 2, lista 2 (nuestras caras comenzaron a palidecer)... Pero entonces, los cálculos que tanto habíamos analizado comenzaron a parecer los correctos.

Las sonrisas crecían en nuestros rostros junto con la ventaja por sobre la otra lista. Nada era definitivo aún.
Había que controlar la emoción, guardar el grito que teníamos ahogado y tratar de calmar al corazón que no dejaba de saltar con fuerza dentro de nuestros cuerpos.

Luego de esos instantes que parecieron eternos, me sentí como el presidente de la república: "Gana la lista 1 con 88 votos a favor".

¡Aplausos! ¡Gritos! ¡Euforia descontrolada! No alcancé a notar casi nada de lo que pasaba a mi alrededor cuando ya estaba entre los brazos de mi equipo. "¡Ganamos!", decían.

lunes, 24 de octubre de 2011

Tener 19

Tener 19 años es saber que quieres vivir la vida sin estar muy segura de cómo comenzar a hacerlo.

Digamos las cosas como son; es el colmo que nos traten de adolescentes, no ser ni lo suficientemente grandes, ni lo suficientemente chicas para hacer lo que queremos, y tener que andar preocupadas de la imagen, de la dieta y de tanto cabro pesado que se nos cruza en el camino.

Tener 19 años no es nada fácil, pero me atrevería a decir que es el momento más emocionante de la vida de una mujer.

Ya sé, señoras; ya sé... No he vivido nada aún, pero ¿Me darían el permiso de decir que los 19 se viven al extremo? ¡Así es! En estos tiempos, con tanto Facebook, Twitter, celulares con internet, planes de cuenta limitada y música portátil, vivimos absortos en un mundo diferente.

Toda esta locura nos permite hacer cada segundo muyy intenso y nuestro... Se vive al extremo la rabia, la pena, la felicidad. Se vive al extremo a tu madre que no deja de lado el estrés, a la profe que te plantó un grito por estar distraída en clases, al chico que tiene la culpa por ese desatino, y a la maldita que no tiene nada mejor que hacer que andar hablando mal de ti a tus espaldas.

Y con tantas preocupaciones ¿más encima quieren que pueda prestarle atención a la universidad? ¡Esto sí que es el colmo de los colmos! ¿Es que acaso ya olvidaron lo que es tener 19 años?

Hay que tratar de leerse el libro para la clase del lunes aunque no puedas dejar de pensar en el único idiota que tiene permiso para romperte el corazón, o en tu amiga que no encontró nada mejor que hacerte un escándlo en pleno periodo de certámenes, y ¿por qué no? en la linda preciosa que no deja de insultarte con sus "tallas amorosas" delante de todo el mundo.

Me gusta hacer explotar mis oídos con Kelly Clarckson cuando estoy con depresión adolescente, y doy rienda suelta al lápiz cuando la música no es suficiente. Obvio, me siento muy identificada "I',m not a girl, not yet a woman" de la siempre espectacular princesa del pop.

¿Qué se yo? Al fin y al cabo soy sólo una chica que sueña con cuentos de hadas, y no tiene ni la menor idea de qué hace atrapada en la vida de una casi mujer.

¡No estoy lista para todo esto! Aunque algunas cosas hagan que esta edad luzca encantadora, les digo la verdad: Es un martirio con sabor a chocolate y de un agradable color rosa pálido.

domingo, 23 de octubre de 2011

Creo en ti; me tienes a mí

La sensación de abandono, de no poder dormir aunque la luna esté en su punto máximo; de no querer vivir aunque todo fuera de ti brille con intensidad, de no saber expresar la rabia, porque se trata de un mero enojo.

La sensación de que todo va en desorden total: estrés incomprensible.

La tristeza, la sonrisa fingida... La nostalgia de no pertenecer.

Y aunque podamos recordar todo lo que un día deseamos, no es buena idea tener a la memoria tan presente cuando sabes que al corazón le pueden pasar una cuenta millonaria. Entre los recuerdos te das cuenta de que la realidad no es capaz de concretar tus sueños...

¿Sabes?

Tal vez lo único que hace falta es algo de cariño... Una espolvoreada de ese polvo mágico de color rosa, una sonrisa verdadera, una mano que te permita volver a empezar, una mirada que diga "Creo en ti; me tienes a mí".

miércoles, 19 de octubre de 2011

¿A dónde vamos?

De un segundo a otro, todo va mal. Mis ojos comienzan a sentir las consecuencias de los latidos suspendidos de mi corazón.
Quisiera poder despertar de esta locura... Es como estar en una pesadilla sin final; el estruendo de ese sentimiento arrepentido, el saber que todo permanece en nada.
Me voy... Me voy a caminar de la mano conmigo misma, esperando, en un anhelo casi imposible, que su recuerdo pueda permanecer en mi memoria unos segundos más.

No sé cómo dejar de sentir en realidad, pero soy buena fingiendo las sonrisas.
No sé dejar de ser orgullosa, pero soy buena escribiendo sobre mis emociones.
No sé cómo perdonarme, ni pedirte perdón; pero soy buena derramando lágrimas en forma casi exagerada.
No sé cómo perderte... Prefiero perderme yo.

martes, 18 de octubre de 2011

Tu sonrisa

Porque una sola sonrisa parece maravillosa, y aunque el sueño se enrede entre tus sábanas, despertar es siempre una nueva experiencia.
Ahora las mañanas se alegran con un pensamiento; suficiente para levantar el sol e iluminar el día.
Y tus palabras no parecen sólo palabras, y tu mirada, es más que una simple mirada.

Porque una sola sonrisa parece maravillosa...

domingo, 16 de octubre de 2011

No matter wich way you choose

No me asusta seguir, no tengo miedo a caer.
Es maravilloso sentir libertad, aunque no sea del todo real; es maravilloso sentirse así, aunque sea un sentimiento efímero que la vida puede arrebatarme en cualquier momento.
No hay nada más satisfactorio que saber que puedes lograr lo que sea, no hay nada que te llene más que saber que depende de ti, y sólo de ti, lograr todos tus sueños.
No dejaré de perseguirlos jamás... Aunque el camino no esté trazado con claridad, la magia está en la posibilidad de perder el rumbo y encontrar nuevas flores maravillosas en el trayecto.



I'm young and I'm free
But I get tired and I get weak,
I get lost, and I can't sleep,

But suddenly, suddenly...


Cuando una puerta se cierra, otra nueva se abre... Ocurre que nos quedamos tanto tiempo mirando esa "oportunidad perdida" que tardamos en ver que hay una nueva que ha llegado para sorprendernos.

jueves, 13 de octubre de 2011

La memoria es inmensamente nuestra

Los recuerdos son, al fin y al cabo, lo único que realmente nos pertenece. Los recuerdos no son efímeros como la vida; éstos permanecen, queramos o no.

Los seres humanos recordamos con sabores, texturas, sonidos, perfumes… Son tantas las sensaciones que nos pueden hacer volver al pasado. Y esa vuelta nos hace volar en nuevas sensaciones que pueden ser inmensamente gratificantes, o terriblemente tristes: “No siempre la memoria te protege. A veces el recuerdo es implacablemente desolador”. Basta un pensamiento para estancar el tiempo; para viajar más rápido que la luz y volver a un momento que quizás perdimos, un momento que quizás dejamos.

Nuestra memoria se hace de sonrisas, de lágrimas, de pasiones y desazones. Nuestra memoria es la vida que vive dentro de nuestros corazones, y no podemos evitar volver a ella de vez en cuando, aunque pueda tener un dejo de dolor, de suicidio, de muerte espontánea.

Lo maravilloso de la memoria es que a veces nos permite dejar de vivir el presente, sin hacerlo en realidad. Vivimos el pasado de forma real y única. Podemos vivir cualquier momento y cualquier persona como sea que deseemos hacerlo. “La memoria, lo sabemos, es tramposa: ahí donde a veces los contornos son difusos y vagos, interviene el estado de ánimo”.

Fotografías, videos, y la imponente memoria. Todos guardan algún recuerdo: Miradas cómplices o enamoradas, sonrisas amistosas, lágrimas desoladas, rostros sin mayor importancia, sentimientos que parecieran haber quedado atrapados dentro de nosotros para siempre.

El recuerdo puede tener muchas consecuencias… Una de ellas, puede ser desear el pasado; otra, desear el olvido.

El olvido es de extraña naturaleza. No está en nuestras manos, ni el olvido, ni el recuerdo. Son ajenos a nosotros, y a la vez nos pertenecen. Su existencia roza la nuestra y conviven en directa relación; y nosotros ni lo imaginamos.

En el recuerdo guardamos también sentimientos… Podemos guardar amor u odio, cualquiera de esas emociones puede revivir con intensidad dentro de nosotros como si jamás hubiese desaparecido.

Personas y animales, sentimientos y emociones, todo dentro de un mismo ser. Un torbellino de recuerdos que nos puede ahogar en maravilla, e incluso en desolación.

A pesar de todo, podemos decidir no recordar; y aún así seguiría existiendo. Es inevitable, y eso lo hace maravilloso: El recuerdo es una de las pocas cosas que no puede ser -intencionalmente- modificado por el hombre. Es natural y espontáneo, es libre y verdadero.

En el recuerdo nos está permitido dar pinceladas de subjetividad sin hacer que éste sea menos real. La subjetividad es lo que lo hace único y especial… Lo hace más nuestro. Nos pertenece en totalidad.

Siempre disponible, siempre modificable y cuestionable; el recuerdo permanece más allá de todo y podemos llamarlo a la vida cuando sea que queremos. Lo llevamos junto con el alma, es algo que no podemos intentar controlar. Va más allá de nosotros mismos.

Todos debiéramos guardar hermosas melodías para escuchar, grandes ejemplos para imitar e inmensas sonrisas para volver a sonreír… Todos debiéramos llevar lo maravilloso de la vida de nuestros seres queridos a flor de piel.

Para que el recuerdo sea más amable, en el presente no debemos olvidar decir cuánto queremos, cuánto agradecemos, cuánto deseamos. Recordaremos entonces, sin remordimientos, sabiendo que lo que queda en la memoria es todo lo que hicimos en la vida, y que absolutamente nada quedó en el tintero.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Laugh, as much as you breathe

Cautivarte tal vez, sollozar como en lástima por la locura y permitir que la suerte se escape haciendo frente a tanta maravilla.
Aprendes entonces que el mundo es más pequeño de lo que imaginabas, que los milagros pasan, lo inesperado ocurre y las cosas cambian. Aparentas que todo sigue como siempre, buscando una salida a esa ráfaga de rutina acalambrada.
Perseguir, entonces, lo efímero. Preocuparte por lo que no vale nada... Escapar.
Sigo ausente, y entre tu mirada voy buscando un sentimiento.

domingo, 9 de octubre de 2011

Amigos Con Beneficios

Ayer, mientras hacía la fila para comprar entrada junto a mi familia para "Gigantes de acero", me salvó la suerte de destino y terminé sentada viendo "Amigos Con Beneficios", la película hace poco estrenada de Justin Timberlake (Dylan) y Mila Kunis (Jamie)... Espectacular pareja.

Lo genial de esta producción es que no recae únicamente en los amigos con beneficios; abarca temas mucho más amplios y relevantes como la vida en familia, los problemas de la infancia y lo "damaged" que cada ser humano puede llegar a estar.

Comedia, personajes gays, amor del tipo Fairy Tale y familias exóticas que no dejan de bordear la línea de lo real.

"Amigos con Beneficios" se ha ganado un espacio en mi corazón, y nuevamente, me ha maravillado la actuación de Mila Kunis... Realmente es de esas películas que irías a ver dos o tres veces al cine.

Obviando el detalle del soundtrack, que numerosas veces trajo a mi cabeza la publicidad de "Movistar" con su musiquita de Train, la película es fantástica.

Les hará reflexionar sobre lo efímera de la vida, sobre cuán importante es tener alguien en quién confiar y que esos problemas y situaciones que nos han "echado a perder" nos convierten en personas únicas y especiales.

lunes, 3 de octubre de 2011

Ventisca apasionada

Si por un beso tuyo pudiera robarme toda la inocencia; si esos labios dulces deslizaran su miel con pasión sobre mi cuerpo... Si no me matara lentamente tu tan franca indiferencia, me alegraría mirarte, me alegraría que estuvieras.
Si con esas manos tuyas pudieras quitarme la indolencia; si la vida nos acechara como si fuésemos uno solo... Confío que la lluvia que brota de entre mis dedos no dice nada sobre tu ausencia.
Permanecemos; somos tercos e insistentes...
Yo creo, entonces, una nueva realidad para ti: Una en donde soy algo menos de lo que fui.

sábado, 1 de octubre de 2011

I Remain

No tener palabras para perdonar un olvido
No tener recuerdos para atenuar la locura

Callar el susurro por temor a los sentimientos
Ahogar la sonrisa entre lágrimas de un momento

No sentir por miedo a sentir demasiado
No decirte cuanto te quiero, porque no quiero que me quieras

Escapar de la emoción de tu presencia
Permanecer, como siempre, ausente

No estar.
No estar más; más de ninguna manera.