viernes, 28 de noviembre de 2014

Tan lejos...

Desde allá hasta acá la distancia debe ser incontable. 
Un suave violín que amortigua el sentimiento cada vez que en este lado alguien te llora.
Nos tomamos las manos, atravesando lo imposible, la eternidad, esta inmensa distancia. Susurro un "te quiero tanto", pero no alcanza a llegar a donde tú estás.
Veo, con frustración, que en tus ojos están todas mis respuestas y vuelvo una vez más al inicio de este eterno laberinto, que no perdona, que no retrocede, que no me habla...

Así.

Es una incertidumbre tu vida, la mía,
Agónicos, derrochando el día a día,
En una procesión, eterna y nostálgica,
Trato de sentir algo más: me paraliza el miedo.


jueves, 6 de noviembre de 2014

Debería...

Debería, orgullosa, poder dedicarte todo aquello que hago en mi vida, y en vez de eso estoy rendida. 

Debería, en la eternidad, encontrar siempre una ventana abierta para mirar tus ojos grises y encontrar todas esas respuestas.

Debería ser quien era, pero te has llevado mi sonrisa y han vuelto poco a poco todos los miedos.

Debería, insistentemente, reunir fuerzas, porque vivo muriendo a cada segundo en un "te quiero", en un "te extraño" y en la maldita incapacidad de amarrar tu mensaje, cuando por fin me toca el alma.