miércoles, 11 de mayo de 2011

Cuando llego tarde


Llegar a la hora es una maravilla: Precisos y puntuales, para alcanzar a imprimir la tarea para hoy, comprar el desayuno e instalarme en mi puesto favorito del salón... Llegar a la hora no es algo que me pase frecuentemente (¡No importa qué tan temprano me levante!).
Cuando llego tarde (99,9% de las veces), trato de no aburrirme. Me instalo en los computadores esperando que algun conocido aparezca para meterme conversa... Es que ¿Saben? Es una mierda estar sola.
Entonces mi cabeza empieza "Querido blog..." ¿Y que voy a contarles? ¡¡Me acabo de levantar!!
Pero ¿Saben qué? Igual quiero escribir.
Quiero escribir porque en las mañanas la cabeza está llena de ideas... Quiero escribir porque me está matando tu ausencia, y porque sé que hoy tampoco te veré.
A ratos me enamoro... Con tu mirada, con tu sonrisa, con tus palabras... A ratos mi boca solo quiere devorar tus labios.
Llegar tarde me da ganas de escribir sin parar, de aburrir a todos los twitteros con mis mil comentarios sin sentido y de dibujar un poco... Nada especial, tan sólo una hoja de papel que luego podamos compartir.
Ahhh... Llegar tarde me mete tu recuerdo en la cabeza...

¡No puedo dejar de pensarte!

3 comentarios:

  1. jajajajajaaja quedarse en las garras de Sabanás!! no es tan terrible, ademas hay días que por mas que uno lo intenta llega tarde igual!,,,, (si estoy justificando la flojera ja) ----- y otra cosa no me aburres en twitter =) jaja

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  2. Jaja gracias; para varear adorando tus comentarios!
    No fue que me atrapara Sabanás (Pd, me encantó eso tb jaja.. Lo usaré por siempre xD), fue que el (maldito) transantiago no pasaba nunca :(!
    Pero en fin..

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  3. hehehe creo que vamos aprender mucho el uno del otro jejeje!!!.... bueno dicen que eso del transantiago es un asco! hasta una abuela en bicicleta es mas rápido =) creo que depender obligadamente de algo así es muy malo

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