¿Qué es lo que realmente celebramos hoy? ¿Día del padre, o día del papá?
Tal vez si pudiera obtener una respuesta fundamentada a esta pregunta sería más sencillo decidir con quién "debo" almorzar hoy.
Es complicado tener que celebrar a dos personas en un mismo día. Uno de esos días que supuestamente han sido designados para celebrar a ese "único ser humano" en la vida que cumple con el rol de "papá" o "padre", lo que sea que estemos festejando.
La Real Academia Española ha fijado más de 10 significados para la palabra "padre", definitivamente me quedo con el primero: "Varón o macho que ha engendrado". Estamos de acuerdo en esa primera parte, sin embargo, hay sólo dos definiciones para la palabra "papá", y están íntimamente ligados a los de la primera. Según esta institución, la diferencia entre una palabra y la otra es su formalidad. La segunda supone ser de uso coloquial.
Para mí, un papá es ese que, no necesariamente cumpliendo el rol biológico, cumple el rol que debe involucrar amor, preocupación, tiempo... Ser "papá" es más que sólo tener el título.
Se vuelve muy difícil decidir a quién debo celebrar hoy, y me parece injusto tener un padre y un papá, aunque de seguro no soy la única con este problema!
¿Por qué será que la sociedad inventó días para "querer más" a la gente? Será que se dieron cuenta que nunca nos recordamos cuánto nos queremos, o será que saben lo consumistas que somos, y que el "amor" se está demostrando más con cosas materiales que con abrazos, besos y "te quiero"... A veces dejamos de lado aquello que realmente vale la pena.
¿Cambiarías un beso de la persona que amas por un... Play Station 3?
Ok, tal vez sí lo harías... Pero... ¿Y si ese fuera el último beso que vas a recibir?
La vida es tan efímera e impredecible. Nunca sabremos cuál podría ser el ultimo momento, la ultima sonrisa, el ultimo abrazo, el ultimo deseo. ¿Por qué necesitamos un día para querer más a los que ya queremos? ¿Por qué hacen falta los regalos materiales, cuando nos sobran besos y cariño, palabras y recuerdos?
Tengo una parte de la culpa, por haber formado en algún momento de mi vida, parte de esta locura comercial. Tengo culpa por desear una muñeca más que un día con mi mamá.
Lo más lindo que tengo hoy para regalar, son mis palabras, mi tiempo, mis abrazos y mi cariño. ¿Para alguien será eso suficiente?
¿Cuando el dinero cobró más importancia que nuestros sueños y afectos?
Hemos dejado al margen aquello que realmente necesitamos para ser felices: Amor.
Maldita yo, por formar parte de este maldito círculo.
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