Mi otro yo

Mañana es el día.
Las grandes decisiones pueden cambiar tu vida. Jugar con el destino puede parecer divertido, o peligroso... A mi me da un poco de ambas sensaciones, pero me parece por sobre todo fascinante.
Tenemos la opción de cambiar cada día quiénes somos, la forma en que vivimos, como nos vemos y nos sentimos. Las pequeñas y grandes decisiones transforman los segundos, los días, las semanas... Pueden transformar una vida entera.
¿Qué haces cuando tienes dos opciones? Yo, simplemente decido. Generalmente lo hago de forma casi irracional, porque siempre he creído que lo primero que se te viene a la cabeza, es de seguro, lo que siente el corazón. Esa debiera ser la decisión correcta. Luego de tomarla, me recuesto en mi cama por horas. La música más deprimente suena en mis oídos, e imagino cómo estará esa YO que vive en un mundo paralelo donde todos mis "sí" han sido "no" y viceversa.

De seguro a esa YO no le gusta el helado, y es casi perfecta. Lo más probable es que haya madurado rápidamente, y aunque le gusta el alcohol, no se enamora tan fácil. Vive la vida en forma despreocupada pero sabiendo que tiene todo bajo control.
Es cierto, quizás esa niña luzca unos visos rubios muy falsos en su cabello, pero al menos ha sabido evitar que le rompan el corazón. Les apuesto que es buena en matemáticas, y jamás ha creído en las promesas y juramentos.
Esa YO, no se parece en nada a mí, y sigue siendo yo. Escucha música alegre, porque ella nunca se encuentra triste. No es mañosa, revoltosa ni mimada... Odia el rosado, y sólo come cosas saladas.
De seguro ella también tiene un blog; pero no llora cuando escribe entradas sobre mí. De seguro es porque ella sabe que su vida es perfecta, y la mía, es todo lo contrario.
Vivo en este completo desastre, y creo que aún así, vivo feliz. Pero he aprendido que la felicidad no es un estado, que las promesas no se cumplen, y que no existe un "para siempre". He aprendido a llorar sola, a escribir llorando, y a mentir sin remordimientos.

Vivimos separadas, pero cuando debemos tomar una decisión, ella y yo estamos más cerca que nunca.