Que extrañas resultan las cosas algunas veces… Y es simplemente impresionante como una palabra puede herir de muerte un corazón. Debe ser por eso que quienes más daño pueden hacerte, son aquellas personas que tú más quieres.
Nuestro mundo cambia y se transforma a diario. Los niños, aquellos que no conocían otra cosa que la inocencia, deben aprender a sobrevivir en lo que algunos llaman ‘’La selva de concreto’’.
Sé duro, sé fuerte, no demuestres jamás cariño o debilidad… Eso acabará por destrozarte, por fuera… Y por dentro.
¿Con qué podrá suavizarse un espíritu duro de corazón? ¿Será acaso con esa misma dureza, o con un poco de amor y cariño…? Será acaso que tan solo hay que olvidar, seguir adelante. Tal vez… No eres tú el amor de mi vida, el de mis sueños.
Quiero saber cuántas veces he cometido el grave error de ser dura contigo. Quiero saber cuántas veces, esa fórmula me dio resultados positivos.
La vida nos ha dado tantas sorpresas, y hoy, aun no aprendemos a convivir. Aun no aprendemos que el otro siente tanto o más que nosotros mismos, que el dolor propio se intensifica en el corazón ajeno, y que la vida es frágil, efímera.
A ratos yo prefiero no llorar; llámalo orgullo, miedo, o como quieras. Pero tú me ganas ¿Quién crees que soy? ¿Tanto daño crees que he venido a causarte? Si es así entonces respóndeme una última pregunta: ¿Qué sigues haciendo a mi lado?
Nuestro mundo cambia y se transforma a diario. Los niños, aquellos que no conocían otra cosa que la inocencia, deben aprender a sobrevivir en lo que algunos llaman ‘’La selva de concreto’’.
Sé duro, sé fuerte, no demuestres jamás cariño o debilidad… Eso acabará por destrozarte, por fuera… Y por dentro.
¿Con qué podrá suavizarse un espíritu duro de corazón? ¿Será acaso con esa misma dureza, o con un poco de amor y cariño…? Será acaso que tan solo hay que olvidar, seguir adelante. Tal vez… No eres tú el amor de mi vida, el de mis sueños.
Quiero saber cuántas veces he cometido el grave error de ser dura contigo. Quiero saber cuántas veces, esa fórmula me dio resultados positivos.
La vida nos ha dado tantas sorpresas, y hoy, aun no aprendemos a convivir. Aun no aprendemos que el otro siente tanto o más que nosotros mismos, que el dolor propio se intensifica en el corazón ajeno, y que la vida es frágil, efímera.
A ratos yo prefiero no llorar; llámalo orgullo, miedo, o como quieras. Pero tú me ganas ¿Quién crees que soy? ¿Tanto daño crees que he venido a causarte? Si es así entonces respóndeme una última pregunta: ¿Qué sigues haciendo a mi lado?
¿Será verdad que cuando sanan las heridas, también se borran las cicatrices? Tal vez no… Yo aun tengo varias del pasado. Llantos que evité, enojos que me guardé, palabras que no dije.
Hay palabras que dan vida, las que no lo hacen, matan. ¿Será siempre así? Me da la impresión de que a veces, las cosas que uno deja de decir, también pueden herir al otro. Hoy… Olvidaste decir ‘’Te amo’’.
También lo he olvidado yo ¿Podrás algún día explicarme con exactitud cómo se siente tu corazón cuando lo hago?
Todos cometemos errores. Yo tengo un corazón... ¿Idiota? Si. Yo lo llamaría así. Un corazón idiota.
Una vez más en mi vida, las palabras son lo único que tengo. Siempre me acompañan.
Pronto voy a desvanecerme. Solo a soñar que nada ni nadie puede hacerme daño, aunque por dentro, mi corazón se esté estremeciendo con más desesperación que nunca.
tal cual.
ResponderEliminar'No such thing' de John Mayer está muy buena.
Sólo hay que aprender de los errores y nunca olvidar que somos nuestros propios protagonistas principales en nuestra vida, no dejemos que nada nos 'mate'.