Mi primer beso sabía a miel...

El primer beso es el más especial. Se lleva para siempre en la memoria, con el recuerdo de ese sabor a miel, el olor más delicioso del universo, y la sensación más cálida en la que jamás te has visto envuelto.
Los besos son la demostración de amor más hermosa que pueda existir, mejor aún si vienen acompañados de un suave y tierno abrazo.
Mi primer beso, fue también el suyo… Único y diferente, aunque en ese momento yo no estaba aquí, ni en ningún lugar. En nuestro primer beso, nos llevó la música, la locura. Yo me olvidé de todo: Que esa tarde había salido sin permiso, que cabía la posibilidad de que todo lo que estaba pasando fuera una locura, que nos quedaba poco tiempo para estar juntos… Que aún había mucho por conversar.
El primer beso empieza tímido, con ‘’I knew I loved you before I met you’’ de Savage Garden sonando en tus oídos… Casi ni te toca los labios, te acaricia un poco el cuello, te da una punzada de felicidad en el estómago. Después de eso viene la emoción, la locura… Cuando llevas tanto tiempo enamorado, el primer beso, dice más de lo que las palabras pueden expresar.

Comienzas a volar lejos, muy lejos de aquí, y ya nada importa.
Ese primer beso me hizo llegar a un mundo en donde no había nada más que él y yo, y la ansiedad de devorarnos los labios como habíamos anhelado tantas veces antes.
Después del primer beso, sobran las palabras, sobran las explicaciones. Sólo nos miramos a los ojos y dijimos ‘’te amo’’…     Sonreímos.