De un segundo a otro, todo va mal. Mis ojos comienzan a sentir las consecuencias de los latidos suspendidos de mi corazón.
Quisiera poder despertar de esta locura... Es como estar en una pesadilla sin final; el estruendo de ese sentimiento arrepentido, el saber que todo permanece en nada.
Me voy... Me voy a caminar de la mano conmigo misma, esperando, en un anhelo casi imposible, que su recuerdo pueda permanecer en mi memoria unos segundos más.
No sé cómo dejar de sentir en realidad, pero soy buena fingiendo las sonrisas.
No sé dejar de ser orgullosa, pero soy buena escribiendo sobre mis emociones.
No sé cómo perdonarme, ni pedirte perdón; pero soy buena derramando lágrimas en forma casi exagerada.
No sé cómo perderte... Prefiero perderme yo.
Lleno de razón, Domi :) Creo que lo más difícil es perdonar y perdonarnos. A veces, es imposible.
ResponderEliminarY perderse, ni qué decir.
Un beso amiga
Uf! que linda entrada, Domi. La verdad me gustó muchísimo.
ResponderEliminarMuchas veces nos pasa que no sabemos como actuar, qué camino tomar, la vida es muy complicada. Es muy difícil perdonar, generalmente no nos perdonamos ni a nosotros mismos.
Un abrazo (: ! Nos comentamos *-*