lunes, 10 de marzo de 2014

Run...

En el espanto de no saber hacia dónde ir, reflejan mis ojos el temor de haber tomado la dirección equivocada.

Todo gira a mi alrededor y tan rápida e imperceptiblemente los sueños se me acercan en forma de realidad y rozan la punta de mis dedos. Me dejan, incluso, tomarlos por un instante. Se siente increíble, sabe a victoria, a satisfacción... Entonces el deseo de volar junto a esas fantasías me impulsa; y corro, corro lejos de aquí, como queriendo huir de todo lo que alguna vez me mantuvo aferrada.

Desvanece el miedo, la opresión en mi pecho, el dolor... Corro más rápido, siento flores a mis pies, nubes en mis cabellos. Atrapo ese segundo de emoción, lo encierro en mi alma y en mi cuerpo, lo desvanezco en mis ojos, lo hago mío.

Dejo que cada parte de mi ser flote entre las paredes de esta habitación, y recuerdo, imagino, juego un poco más.

Quiero perder el miedo.


1 comentario:

  1. Muchas veces tomamos decisiones erroneas y es cierto, nos da miedo pero lo unico que nos puede ayudar es darnos cuenta del error antes de que se agrande mas y mas:)

    Que Dios te bendiga:)!

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