Llorando bajo errores que ni siquiera me pertenecen,
aplacada en la inconsciencia de no ser dueña de mí misma,
espero el momento exacto:
anhelando escapar tras cada ventana.
Disfruto la adrenalina que arriesga mis latidos,
pulso aún más fuerte y evado los pensamientos,
Al fin en un respiro:
percatándome de que sigo viva.
Responsable de mí, y de todo,
atrapando entre mis brazos más de lo que puedo sostener,
queriendo hacer callar un sentimiento
y grita... y grita aún más.
Sin saber cuál es el momento:
Anhelando escapar tras cada ventana.
Domiiii o: hola!
ResponderEliminarUf, mucho sin pasar por aquí eh. ¿Qué ha pasado con tu vida? Estuve leyendo un par de entradas anteriores y no te siento bien :o
Ojalá sean sólo ideas mías. Este poema es como triste y a la vez muy lindo... Un abrazo!