Nadie sabe que vivo atrapada,
entre cuatro paredes que no me permiten ser nada.
Nadie sabe lo que guardo tras las sonrisas,
una niña triste que lo ha perdido todo.
Nadie sabe que no quiero porque quiero, sino porque necesito,
Nadie sabe que no puedo estar sola, que lloro a gritos.
Nadie sabe que mi alma está rota desde que ella partió,
dijeron que el dolor pasaría, pero mírame, aún no pasó.
Nadie sabe que tengo lágrimas acumuladas de toda una vida,
guardando infinito sufrimiento desde el primer día.
Nadie sabe que soy abandonada, no querida, no deseada,
todos piensan que tengo la vida perfecta, y no saben nada.
Nadie sabe que esta es mi catarsis, sin culpa, sin temores,
nadie sabe que me lo enseñó ella, amor de mis amores.
Nadie sabe que estoy sola, porque ven momentos de compañía,
pocos en este mundo entienden que sonrisa no es sinónimo de alegría.
Nadie sabe que mi sufrimiento es incontable,
nadie sabe quién soy yo,
nadie sabe lo que enfrento,
nadie sabe nada sobre mí.
Y ella... ella que era la única que podía entender, ella ya no está aquí.
Behind my hazel eyes
Your arms around me, tight ♥
lunes, 25 de junio de 2018
domingo, 4 de octubre de 2015
No puedo más
Así, sin fuerzas, sin ganas, débil, derrotada...
así, sin poder, sin querer, sin seguir...
no soy nadie, ni siquiera yo misma,
no entiendo de razones, me consume el dolor.
Envuelta en cientos de flores,
flores de jacarandá,
busco algo, un incierto paraje,
vuelvo aquí, sin ser, sin ser absolutamente nada.
Aletargada en un sueño de primavera,
sin poder encontrarte, ni encontrarme a mí,
nos hemos perdido en un no saber,
y yo sólo permanezco ahí... lejos de donde debería estar.
viernes, 4 de septiembre de 2015
Huir
Mi cuerpo se siente débil, mi alma ahogada en la angustia de un lamento eterno y silencioso. Me dejo caer entre mis propios pensamientos, reconozco entonces que aquí se siente todo con más intensidad, y me pregunto entonces si este amor es suficiente.
En un sueño, tomo tu mano, pero somos sólo amigos. Y una libertad extraña para mi, me hace querer correr, desaforada, en busca de aquello que perdí tan rápidamente.
Voy soltándote, mantengo firme un último dedo y corren lágrimas por mis mejillas. Susurro algo que casi no alcanzas a oír. Te agradezco esta perfección de estar contigo, pero no... Esta perfección que me hará huir tarde o temprano.
lunes, 29 de junio de 2015
Quizás me voy...
Estoy confundida, y todas las alternativas atraviesan mi mente en un segundo, se deslizan frente a mi ojos. No puedo con este dolor, la pena es inmensa, insufrible. Tengo algo mal; yo tengo algo mal.
Me envuelvo en mi misma, en mis pensamientos y en mi cuerpo, vulnerados en vano.
Lo perdí todo, hasta la sonrisa... Y ahora pienso que quizás deba tomar esta maleta y tan sólo marchar: con mi dolor, con mi orgullo destruido, con esta tremenda incertidumbre.
domingo, 31 de mayo de 2015
Otra vez aquí
Debo callar y no es justo.
Callar, y duele todo adentro...
No es sincero, no es verdadero; y entre nosotros dos, todo se derrumba.
Esbozo una sonrisa que en realidad está llena de pena, me aprieto el corazón para que no caiga, desolado.
Y en esta incertidumbre de todo, tampoco se sí amarte me hace demasiado mal, o sólo un poco...
viernes, 29 de mayo de 2015
No es real.
Cierro mis ojos y me invade el deseo, la pasión que siente mi cuerpo. En cada extremidad, en cada poro de mi piel, siento mis latidos, aletargados por la armonía con que me sofocas.
Se vuelve imposible y doloroso. La inseguridad me persigue, acecha, no sólo mi cabeza, también mi corazón. Es un segundo de tranquilidad, en que todo dentro de mí se desmorona, simplemente para volver a empezar.
Intento, con todas mis fuerzas, comprender los motivos. Parece ridículo, y la energía dentro de mí se agota. Exhausta, en un suspiro, finalmente dejo ir todo lo que siento. Por fin, por fin me decido a escribir.
No parece real y suena como a olvido. Cierro mis ojos una vez más y te vuelvo a encontrar ahí. Pero en esa entrega no eres tú... no puedes ser tú.
Te acercas, aferrándote a mi cuerpo como si tu vida dependiera de ello. Me miras, y este sentimiento se cuela hasta tu cabeza. Apoderado de esa fuerza inexistente, guiado tan sólo por el impulso: me abrazas fuerte contra tu cuerpo. Se siente como algo que nunca sentí antes. El roce de tus dedos me entrecorta la respiración, parece que una parte de mí quiere volar.
Dejo ir todo el aire acumulado en mis pulmones, intento susurrar una palabra, pero tus dedos vuelven a jugar en mis hombros, en mi cuello... Permanezco en silencio. Abro los ojos sólo para comprobar si en realidad se trata de ti. De ti, por primera vez.
Siento tu respiración en mi ombligo, en mis caderas. Te transformas en ángel de mis sensaciones, demonio del deseo. Continúa nuestro juego.
Por una vez, disfruto de tu calma, esa tranquilidad que me tiene en éxtasis mientras dibujo mi sentir en tus brazos, en tu espalda... A ti nada te detiene, me recorres con fuerza, con ímpetu, con seguridad. Destapas todo aquello que no conocías, y entonces por fin sí te permites sentir. Como un halo de fantasía, nos desarmamos, caen nuestros miedos: me besas. Besos intensos, sin final.
Seguimos, cada vez estamos más alto. Cuando por fin siento que se desmoronan mis alas, el peso muerto de mi alma, cae, y me empapo de emoción.
Dejo escapar una palabra, y tus ojos absortos me miran. Volveremos a empezar.
En el silencio, en la quietud de todo, en esta incomprensión, me abrazas. Apoyo mi cabeza en tu pecho y finalmente susurro: "te voy a extrañar".
Se vuelve imposible y doloroso. La inseguridad me persigue, acecha, no sólo mi cabeza, también mi corazón. Es un segundo de tranquilidad, en que todo dentro de mí se desmorona, simplemente para volver a empezar.
Intento, con todas mis fuerzas, comprender los motivos. Parece ridículo, y la energía dentro de mí se agota. Exhausta, en un suspiro, finalmente dejo ir todo lo que siento. Por fin, por fin me decido a escribir.
No parece real y suena como a olvido. Cierro mis ojos una vez más y te vuelvo a encontrar ahí. Pero en esa entrega no eres tú... no puedes ser tú.
Te acercas, aferrándote a mi cuerpo como si tu vida dependiera de ello. Me miras, y este sentimiento se cuela hasta tu cabeza. Apoderado de esa fuerza inexistente, guiado tan sólo por el impulso: me abrazas fuerte contra tu cuerpo. Se siente como algo que nunca sentí antes. El roce de tus dedos me entrecorta la respiración, parece que una parte de mí quiere volar.
Dejo ir todo el aire acumulado en mis pulmones, intento susurrar una palabra, pero tus dedos vuelven a jugar en mis hombros, en mi cuello... Permanezco en silencio. Abro los ojos sólo para comprobar si en realidad se trata de ti. De ti, por primera vez.
Siento tu respiración en mi ombligo, en mis caderas. Te transformas en ángel de mis sensaciones, demonio del deseo. Continúa nuestro juego.
Por una vez, disfruto de tu calma, esa tranquilidad que me tiene en éxtasis mientras dibujo mi sentir en tus brazos, en tu espalda... A ti nada te detiene, me recorres con fuerza, con ímpetu, con seguridad. Destapas todo aquello que no conocías, y entonces por fin sí te permites sentir. Como un halo de fantasía, nos desarmamos, caen nuestros miedos: me besas. Besos intensos, sin final.
Seguimos, cada vez estamos más alto. Cuando por fin siento que se desmoronan mis alas, el peso muerto de mi alma, cae, y me empapo de emoción.
Dejo escapar una palabra, y tus ojos absortos me miran. Volveremos a empezar.
En el silencio, en la quietud de todo, en esta incomprensión, me abrazas. Apoyo mi cabeza en tu pecho y finalmente susurro: "te voy a extrañar".
No te diré
Entre el deseo, mi mirada; te acecho, sigilosa... Tu subconsciente me castiga y soy culpable por el sentimiento.
Reprimes esta libertad, yo ahogada en mi propio cuerpo... Busco una salida, el fuego me consume por dentro.
Dos desconocidos, yo no aguanto.
Estamos próximos a tocar fondo.
domingo, 17 de mayo de 2015
No entiendo nada
No entiendo los pasos que se supone que debo dar.
No entiendo las miradas, esas que dicen ser de verdad.
No entiendo mis errores, en los que vuelvo a tropezar...
No entiendo el sufrimiento del que nos vinimos a alimentar.
sábado, 18 de abril de 2015
Du ciel
Por favor, lléname de paz. Dame la tranquilidad de saber que estás bien, que aunque estés tan lejos, vas siempre a mi lado.
Levántame... Llename de fuerza para poder seguir y recordarte con el orgullo que sólo tú te mereces.
Por favor, llename de ti. Dame esa capacidad tuya de pelear contra todo, de sonreír hasta en los peores momentos, de no perder la esperanza jamás, y al mismo tiempo, esa entrega, esa tranquilidad de ponerte, simplemente, en manos del destino.
Im strong if I am on your shoulders: you raise me up to more than I can be.
martes, 27 de enero de 2015
Toujours
Son dolorosos los pasos. Vuelvo, tiempo atrás, antes de tu partida. Siento muy profundo este dolor de no poder tenerte; busco ansiosa tu mano, un abrazo, una palabra que me de la paz que necesito.
Sigo sin entender la complejidad de esta distancia que nos separa, pero me detengo en el silencio eterno de la melodía de tu ausencia.
El dolor no desvanece, sólo se hace parte de mí...
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